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23 de diciembre de 2010

Capítulo XXV

Bueno chicas, lo que estaban esperando sucedió jaja, espero sea de su agrado y bla, bla, bla, todo lo que siempre les digo, ¿saben algo?, creo que no es buena idea extenderme mucho, jaja, me tienen vigilada, se suponía que este capi iba a primera hora y miren la hora que es .______.
Lo siento Nayma jaja, pero lo prometido es deuda, ¡Aquí va otro capi de este intento de novela!


Alien... I Need U Love; Capítulo 25

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A veces anhelamos algo sin saberlo, algo que sin saber cómo ni porque, fue parte de nosotros siempre. En sus brazos me siento protegida, como si no importarse la muerte o cosas por el estilo, en sus brazos no existe las lagrimas ni el sufrimiento, con sus besos se disipan todas y cada una de las plegarias que gritaría para pedir piedad ante la vida. Sus caricias se dibujan en mi piel, marcando el camino a seguir dentro de mí ser, vía que poco a poco conquista entre cada suspiro, haciéndose de todos y cada uno de mis sentidos, me convierte en su instrumento, uno que podría usar a su antojo cuando quisiese y como quisiese.

Separó sus labios de los míos, aun permaneciendo cerca de mí, respirando mi mismo oxígeno. Mis mejillas estaban hirviendo, y mi respiración como la de él anunciaba desesperación y desenfreno, mi cuerpo temblaba cada vez que inhalaba su enloquecedor aroma.

-perdóname- me murmuró, no pude evitar sonreír de ternura

-¿por qué?- cuestioné, ¿Por qué habría de disculparse?

-es que…- no pudo terminar su frase, un personaje que había olvidado por completo y que parecía contento de reaparecer se balanceaba sobre nosotros, lanzando un fuerte ladrido. Mi perra Ronda, con su lengua afuera, estaba sobre mis piernas mientras Michael y yo acompañábamos a el tapete del suelo. Viré a verlo reprimiendo risas, acariciando a mi mascotita querida, el simplemente me sonrió.

-que oportuna- dijo en un tono de voz raro, no sabría decir si sarcásticamente o de que otra forma. Traté de quitarme a Ronda de encima, el me dio la mano para levantarme después de que lo hizo, sentimos entonces la puerta cuando se abrió, venía entrando Jonathan con varias bolsas en sus manos, nos miró y alzó una ceja

-deberían ver sus rostros… ¿interrumpo algo?- dijo, sonriendo pícaramente, yo viré a ver a Michael que hizo lo mismo, y negamos con la cabeza de inmediato volviendo nuevamente nuestra vista hacia Jonathan. –Bien, si me disculpan, voy a darle de comer a tu mascota, para luego irme a dormir- siguió hasta la cocina. Llamó a
Ronda, y esta corrió hasta allí. Michael suspiró acatando mi atención, cuando mi vista se posó sobre él lo vi levantando alguna de las cosas que habíamos dejado caer minutos antes

-¿sabes?, ya es bastante tarde… creo que deberías irte a dormir- me dijo, invitándome a seguirlo, subimos las escaleras, pude divisar un vasto pasillo, contaba de unas 7 puertas, bastantes habitaciones diría yo.

Parecía que el segundo piso era mucho más amplio que la planta baja. Nos detuvimos frente a una puerta de madera, que el abrió lentamente mostrándome una linda habitación, de paredes color mora desteñido, cortinas blancas, y una decoración bastante sutil pero femenina a la vez. Era bastante sencillo pero acogedor, me invitó a pasar haciendo un ademan con su cabeza, lo hice y él me siguió.

-bien, espero que estés cómoda, si necesitas algo, sólo ve a la habitación de al lado, ahí voy a estar- se estaba dando media vuelta para irse.

¿Han sentido ese tipo de desesperación al ver que alguien se va?, es decir, ese miedo a tu entorno, que ese vacío vuelva a succionar su existencia. Un nudo en tu garganta, que anuncia el miedo a flor de piel, no quería volver a sentirme sola.

-¡Michael!- exclamé, viró a verme de inmediato –tengo miedo, no te vayas- prácticamente supliqué, era cierto, tenía miedo de no volverlo a ver. Una vez más sentí que debía aprovechar aquellos segundos al máximo, porque algo malo vendría “mañana”.

-nunca de voy a dejar sola- me murmuró abrazándose a mí, lo abracé de igual manera, tratando de espantar todos y cada uno de los prejuicios que querían dominarme. –Evelyn, vamos, duérmete… ¿Qué no entiendes que no es sano que este aquí contigo de este modo?- me abrazaba como nunca lo había sentido, con una mezcla de sentimientos única. Una fuerte ráfaga de viento entró a través de las cortinas y el ventanal y cerró la puerta en seco, sentí entonces que esa era una señal.

No me importaba el mañana, sólo el presente, mi presente… su presente. Uno que debía exprimir, uno en el que le debía demostrar que yo también lo amaba y necesitaba. Uno que escribiría con tinta indeleble en sus recuerdos y en los míos. Era mi turno de robarle un beso, uno que me respondió con amor, ternura y una pisca de picardía. Entrelacé mis brazos en su cuello mientras los suyos me apegaban más a él, con cuidado y desenfreno a la vez.

Me levantó del suelo con agilidad, colocándome con sumo cuidado sobre la cama, besando aun mis labios, el oxigeno se comenzaba a terminar, por ello se trasladó a mi cuello donde comenzó a dar pequeños besos, paseando sus dedos por mis hombros, descubriéndolos poco a poco. Mi respiración era cada vez más pesada, y mi piel temblaba en cada caricia que él me regalaba. Cuidaba cada detalle, tratándome de manera especial, como si fuese de cristal. Sin saber cómo nuestra ropa terminó en el suelo, y entre susurros de amor, me convertía en mujer… en su mujer.

Podía sentir toda la intensidad y deseo que nos dominaba, su desesperación por tenerme cerca y su amor interminable. A pesar todo aquello, siguió siendo sutil, especial, tratando mi repentino dolor con delicadeza, para luego estallar en mi miles de sensaciones que harían corto circuito entre mi piel y la suya, aumentando su velocidad, a la vez haciéndome tocar el cielo. Oír sus quejidos al compás de los míos me transmitía mas desenfreno y placer, todo aquello que detonaba en él y en mí no tenía nombre, simplemente era la vigencia de nuestro amor verdadero.

Sentí que si lloraba, lo haría de felicidad, mi corazón palpitaba como nunca lo había hecho en su vida, las palabras no alcanzarían para describir todo lo que pude llegar a sentir en aquellos momentos. Más y más velocidad, hasta que chispas de magia que brotaban de su piel y entraban en mí.

Mi respiración y la suya era lo único que se dejaba oír.
Caía a mi lado, entre las sabanas, y yo me depositaba en su pecho, sintiendo sus brazos abrazarme y como al igual que yo intentaba volver a respirar como mortal. Murmuró lo que parecía ser una canción, una dulce, solo le respondí entre sonrisas, estaba agotada, cerré los ojos y caí en un sueño profundo.


Luego de no sé cuantas horas, pude sentir el calor del sol intentar calentarme, pequeños rayos del astro rey comenzaban a colarse entre las cortinas, mis ojos comenzaban a abrirse, sonreír al darme cuenta que no había sido un sueño, de esos que olvidas al pasar el tiempo, todo había sido real, eso hacía sentirme la chica más afortunada de todas. Michael seguía abrazándome, bajo las sabanas, lo había oído dormir la vez anterior, pero no había notado su apacible rostro, parecía que no había logrado dormir en mucho tiempo, parecía tener un sueño bastante profundo. No quise moverme mucho para no interrumpirlo. Solo permanecí así, observándolo, por algunos minutos más, cerré los ojos de pronto, lo oír suspirar antes de darme un beso en la mejilla

-Gracias Evelyn, soy el primero en tu vida y te amo más que nunca… eso nunca creí que pudiese ser posible- me murmuró, me sonrojé, pero a la vez no entendí muy bien lo que quiso decir

-¿Qué creías que era imposible?, ¿Qué fueses el primero?- dije alzando una ceja

-no tonta, me refiero a… quererte más… amarte más- dijo mientras se acurrucaba mas entre las sabanas abrazándome, -ni siquiera todas las estrellas de todos los universos y sus alrededores serian suficientes para contar cuanto te amo- miraba hacia el techo, como si intentase de verdad contar todas las estrellas para hacer esa comparación, luego me miró fijamente sonriendo

¿Qué quieren que les diga?. ¡Moría de ternura!, sabía por sus miradas que todo lo que decía era verdad, sentía alegría dentro de mí, mi corazón rebosar de sonrisas, felicidad y sobre todo de amor.

-¿enserio… me quieres… tanto?- cuestioné, no era que lo dudase es que era algo a lo que no sabía responder, jamás en mi vida había sentido algo así, nunca me habían dicho algo igual. Me respondió con un suave beso en mis labios, se alejó sonriéndome, mirándome a los ojos mientras acariciaba mi cabello

-yo también, te amo Michael, te amo más que a mi vida, daría lo que fuese solo por no dejarte de ver sonreír-

-no te alejes de mí, y prometo no parar de sonreír-

Me abrasé a él una vez más, no quería que todo aquello terminase, podría quedarme con él ahí para siempre.

-ya debe ser tarde, deberíamos bajar por algo de comer… ¿no lo crees?- me dijo intentando levantarse, me lancé sobre él y no lo dejé moverse
-no, no, quiero quedarme aquí- le dije, mirándolo con carita de gatito tierno, aun sobre el

-¿aquí?, ¿y… para qué?- dijo con curiosidad, alzando una ceja. Sonreí intentándolo convencer, me devolvió una mirada pícara, me lanzó hacia un lado, para luego ser él quien estuviese sobre mí, se acercó a mis labios y los besó con un sentimiento parecido al de la noche anterior.

Siguió sus mimos, dándome rápidos besos en los labios, haciendo que mi mundo se detuviese.

-¿contenta?- dijo riendo

-ummm, no del todo- respondí mordiéndome el labio

-niña caprichosa- murmuró acercándose a mi cuello para besarlo, y luego sorprenderme haciéndome cosquillas. Aquello sí que era un golpe bajo. No parábamos de reír y retarnos en aquella pelea de cosquillas.

Luego de que el tramposo Michael ganase, aun entre risas se cubrió con su sabana y sacó la mano de la cama, intentando localizar sus pantalones o alguna prenda de ropa

-si serás desordenado… ¿Cómo vas y dejas la ropa por todos lados?- dije, el alcanzó sus pantalones y se giró mirándome, tratándome de fulminar con la mirada

-me seduces, me vuelves completamente loco… cedo lo que querías… ¿y es así como me pagas?- me dijo en voz de reproche, me sonrojé completamente. Definitivamente es demasiado ágil en esta clase de juegos de palabras. Me oculte bajos las sabanas, avergonzada

-oh Dios, eres una niña… ¿Cómo vas y te asustas por eso?- comenzó a reírse a carcajadas.

-¿¡Y tu como vas a burlarte!?- me quejé, aun bajo las sabanas

-No es burla, es cierto, me vuelves loco… así que, mejor levantémonos, o jamás voy a soltarte- cuando quité mis sabanas de encima, lo vi nuevamente con su ropa, aunque su camisa un estaba desabotonada, se veía tan… dejó sobre la cama mi ropa, y comenzó a lanzar los cojines del suelo sobre la cama otra vez.

-te compré ropa, está en el clóset- me dijo señalándome el mismo, -allí esta el baño, por si quieres darte una ducha, si me disculpas, yo voy a darme una en mi habitación,- se acercó a mi y me besó nuevamente antes de salir por la puerta.

¿Era aquel el día de mi vida? No cabe duda que sí, sin embargo, para nosotros quizás no lo sería del todo. Y de aquello me di cuenta cuando baje las escaleras…



"El Único Obstáculo entre tu sueño y tú es: El Miedo a Fracasar" 

2 Butterflies*:

T. Mapplethorpe. dijo...

Ok... a ver primero ¬¬ qedamos q a la primera hora de Mexico no? ¬¬ ok ok pero sabes que? valio la pena esperar... OMFG aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh no no no no!! D: estuvo TAN genial! en todos los aspectos, sentidos, parrafos, letras!!! D: es algo increiblemente magico lo q has escrito aqui, mujer! en serio no se como le haces, pero cada capitulo nuevo q escribes se supera muchisimo al anterior, y cada capitulo nuevo logra atrapar y que no pueda desprenderme de esta fabulosa novela!!! Ya te dije, no me cansare de repetirlo una y mil veces, te admiro, a ti y la manera en q escribes y tu novela... vaya! se lleva 1929201 premios!! :) Peace Out <3

Pérez Andrea dijo...

Ahhhhhh mi querida JacklitZ, como explicarte lo PERFECTO que son tus capitulos?, dame una razon de porque son tan increiblemente geniales!!!
Nunca me canzare de decirte que absolutamente AMO tu novela, es por supuesto una de mis favoritas.
Este capitulo me fascino, me encanto, lo adore, estoy enamorada de el, hahaha <3 x3
De verdad, desearia tener el talento que tu tienes para estar tan inspirada y escribir capitulos tan hermosos como este, de verdad como dice Tiffany, mereces ganar millones de premios, tu novela es hermosa!! :D
Y por cierto, Feliz Navidad!! <333 n__n

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