Alien... I Need U Love; Capítulo 10
La vida es un cauce por el cual siempre circulan malas circunstancias, que se reflejan quizás en contextos que no siempre son muy agradables. En los segundos en que intenté coordinar mis ideas, pasaron frente a mí, miles de imágenes: como si el final de algo se me viniese encima, sentía que estaba perdida, que la arena del reloj del tiempo de mi vida se escurría por mis dedos, y que yo no podía hacer nada para evitarlo.
Los segundos se habían convertido otra vez en mis enemigos, mientras que mis neuronas no lograban circular como es debido por mi medula espinal. Ya era algo que era normal; estaba aterrorizada, el miedo consumía cada poro de mi piel, haciéndose ver con cada escalofrío que salía, después de que se erizara por completo. Di un paso hacia atrás, creo que dejé caer algo en cuanto reaccioné. Algo que llamó la atención de mi acompañante, que dejó de mirar las fotos que yacían en la sala, y me intentó localizar con una mirada ansiosa y preocupada.
¿Cómo lo lograba?. Percibía cada una de mis reacciones, parecía oler la adrenalina en mí, mis miedos, mis temores
-Evelyn….- murmuró. Yo sólo buscaba en el largo pasillo, la maldita mesa en que había dejado mi bolso, para poder salír a ver que era lo que sucedía.
Cuando la tuve por fin en mis manos, alcé mi vista, encontrándome con él. Me miraba con preocupación, extendió su mano haciéndome un ademán para que fuese con él.
No dijo palabra alguna, sólo me recostó en su inexplicable espalda y en pocos segundos estábamos a metros de la ciudad. Luego, con ternura me bajó y tomó de la mano nuevamente, llevándome hacia lo que asumo, era el hospital.
Yo me dejaba llevar por su fuerza, no veía a mi alrededor, solo seguía su aura, su olor, cual perrito arrepentido y enfermo. ¿Cómo es que me volví en lo que soy ahora?. Mi fuerza se comenzaba a disipar con el pasar de los minutos, no logro actuar con ninguna prudencia ni tranquilidad. Ya no puedo coordinar, ni pensar bien las cosas como lo hacía antes, algo me ofusca, pero, no logro entender que rayos es.
-todo va a estar bien- rompió aquel molesto silencio, deteniéndose frente a la gran puerta de el hospital –nada malo va a suceder- me sonrió, luego acarició mi mejilla, creo que analizando nuevamente cada rasgo de mi rostro, que estoy segura, estaba horrible.
Nos adentramos en el lugar, ahora era yo quien estaba adelante, tomando de la mano he impulsándolo hacia el lugar de la recepción. Apretó mi mano cuando identificamos a la secretaria, y eso pareció inyectarme fuerza de voluntad, aspiré una bocanada de aire, e intenté seguir firme, sea lo que sea, no dejaré que me gane.
-buenos días, busco a Edward Moore- dije al mismo segundo en que llegué
-un momento- dijo, nunca había sentido que alguien había tardado tanto. Se que es un arduo trabajo estar allí, pero ninguno de los que estábamos allí éramos eternos, con suerte, me diría lo que le pedí dentro de un siglo
-creo que fue mala idea que yo viniese aquí.- oí de Michael. Antes de escuchar una voz que me pareció en esos instantes la mas esperada salvación que he pedido en mi vida
-¿¡que haces aquí Evelyn!?- cuando busqué desesperada al responsable de dicho lamento sentí como todo se detuvo. El miedo se fue cuando lo vi de frente, con una bata de medico y su tan natural cara de fastidio.
-¡EDWARD!- exhalé, el se acercó a mí a taparme la boca después de semejante grito. Si, ahora no estaba horrorizada, no… estaba completamente furiosa. ¿Qué clase de broma era esa?, me quité con bastante rabia y determinación la mano de él sobre mi boca, mirándolo con furia pero a la vez con un aire de alivio.
-¿me puedes explicar que es lo que sucede?- dije, con voz dura.
-No es más que un rollo estúpido sólo por que encontré a un chico y le apliqué primeros auxilios y lo traje aquí sin autorización, llamaron a un representante, llamé a Josh por ello, pero dijeron que tenía que ser mi tutor y no sé qué fanfarronadas mas- dijo, fue entonces cuando recordé a mi primito. ¡Si lo hubiese tenido en frente, su trasero hubiese desaparecido!.
-¿Josh?... ¿¡En donde está!?- respondí de igual manera, enojadísima
-Esta por allá, pero baja la voz ¿quieres?... todo mundo nos observa.- ¡Já!.
Era lo que menos me interesaba, seguí con la mirada la dirección que Ed me indicaba, choqué miradas con Josh y el se levantó de inmediato de su asiento
-¡Acá estas Eve!- dijo, justo cuando llegó cerca de mí lo intenté asesinar con mis ojos. Rió nervioso
-No fue divertido Josh- dije, de manera sarcástica
-No te quejes, ni siquiera me dejaste terminar de hablar, colgaste de inmediato- replicó
-POR DIOS!... ¿Qué querías que pensara?... ¿acaso a ti te dicen ‘urgencia’ y ‘hospital’ en una misma oración y tu piensas en juego de canicas?- exploté
-ya.. tranquila, por lo menos fue esto y no algo peor- Michael me intentó tranquilizar diciéndome eso al oído. Un escalofrío me invadió al sentir su delicada respiración en mi cuello. Exhalé nuevamente una gran cantidad de oxigeno y con ambas manos en la cintura lo pensé mejor
-esta bien, ya estoy aquí- dije al fín -¿Qué rayos quieren?- añadí
-parece que esta vez viniste perfectamente acompañada- Jonathan volvía a adoptar ese tono extraño, entendí que se refería a Michael de inmediato.
Cuando lo miré, estaba viendo a Michael a los ojos, con cara de no muy buenos amigos, me volteé para quedar de frente a Michael y pedirle disculpas por las locuras de mi primito, pero noté que hacía algo parecido, sólo que con mas clase. Me mordí el labio, varias carcajadas estuvieron a punto de escapárseme.
-¿y ustedes qué?- dije, el ambiente era tenso, pero no dejaba de ser gracioso para mí
-tengo cosas que hacer, si me disculpan- apartó su mirada con un toque de agresividad
-no hay ni el mas mínimo problema en que regrese a sus labores, suerte- dijo
Michael, su dulce voz parecía enojada, algo que en vez de incomodarme, me dejó boqui abierta. Parecía que el choque de sus miradas iba a sacar chispas, como en los animes japoneses. Josh pronto desapareció entre la gente. Yo viré mi vista hacia Michael y el solo se encogió en hombros.
El médico residente estaba en la habitación en que Ed había instalado al chico. Una enfermera nos llevó hacía allí
-Que acto de irrespeto se a atrevido a mostrar el chico, merece ser expulsado.- decía mientras caminábamos por los extensos pasillos de aquel lugar. Ed parecía que dentro de poco iba a detonar, mientras Michael parecía estar nervioso, miraba hacia los lados, y hacía lo posible por no tropezarse con la gente.
Efectivamente, un niño estaba en una camilla de hospital entubado con los ojitos llorosos y cerrados, cuando llegué cerca del mismo, no pude evitar impresionarme. Era el mismo niño de la noche anterior. Crucé vistas con
Michael, después de semejante descubrimiento. El medico residente no pasaba de unos 40 o 50 años de edad. Era de tez morena y con cabello castaño oscuro, sus ojos irradiaban sinceridad, miraba fijamente a Edward, como esperando algo de él.
-se encontraba desmayado en la acera, detecté problemas en la respiración ya que el chico al parecer padecía de asma. El frío que hace afuera no lo ayudó mucho, y además había hemorragia interna, poco a poco, comenzaba a llenar sus pulmones, era una urgencia, por ello lo entube en cuanto llegué y lo traje aquí- Edward había hasta preparado una historia clínica, se la dio al medico
-¿Qué justificación me darías para hacer algo así?- dijo este recibiendo lo que mi hermano le dio
-no me graduaré hasta dentro de un tiempo, sin embargo, tengo un compromiso con los enfermos, por algo me convertí en estudiante de medicina- dijo, mirando al médico con ojos de determinación
-muy buena respuesta hijo, vamos, regresa a tus deberes- todos quedamos boqui abiertos. ¿Qué, qué?.
-¿Qué quiere decir?- dijo Ed
-lo que oyó, srta. Evelyn, la felicito, no ha dejado que este chico se derrumbe- el médico luego de hablar conmigo miró a Michael, sonrió de manera extraña y siguió su camino. Todos salimos a seguirle
-No olvides darle el historial médico a la doctora residente, la que se quedará esta tarde, y decirle todo acerca del niño, tranquilo, todo correrá por mis gastos- fin del asunto, ya Ed estaba preparado para irse a la universidad, y yo junto a Michael en la plaza, de vuelta a casa.
-actúas extraño- le dije, antes de volver a ser interrumpida. Un grupo de policías estaban custodiando a un sujeto que reconocí de inmediato. Era el alcalde de la ciudad. Un sujeto con varios años encima, piel blanca, ojos oscuros, y cabello canoso, con unos enormes anteojos que lo hacían ver ridículo. Aunque los mismos fuesen enormes, no ocultaban sus ojos engañosos, propios de alguien que sólo se interesa en sí mismo
-“El maestro”…. Nuevamente en donde no lo llaman- dijo al estar frente a nosotros. Michael no respondió, y esta mas que obvio que yo no entendí nada de nada.
-¿acorralando a señoritas inocentes?- volvió a cuestionar. Michael me miró de reojo, me dio un leve empujón
-apenas la conozco, no se quien es… no me mezcles en cosas a las que no estoy atado o interesado- dijo Michael, mostrándose despreocupado, haciendo como si yo ni siquiera estuviese con él.
Eso me dejó impresionada, pero las pocas veces en que me miró a los ojos me transmitió seguridad
-eso que él dice… ¿es cierto señorita?- me preguntó aquel sujeto, que aunque no conocía, ya comenzaba a caerme muy mal.
-emm… s-si!... me tropecé con él…- me restablecí, e hice como que iba del lado contrario. Comencé a caminar en dirección a mi casa, no se porque razón en vez de darle vueltas al asunto, a mi sólo se me vino a la mente aquel libro de Josh que había visto en la mañana, de verdad que estaba actuando extraño.
¡Ja!, todos los chicos que estaban a mi alrededor actuaban de manera extraña: Josh, Ed, Michael…. Alcé mi vista, para darme cuenta que ya comenzaba a nevar, deseé con muchas ganas el estar en el interior de aquella hermosa mansión. Aun tenía michas preguntas, y algo me decía que las respuestas estaban allá.
Reconozco que desde que llegué, he estado huyendo de lagrimas saladas y oscuras penas aborrezco, que me quieren arrastrar a un abismo del que debo escapar a como de lugar. No he llorado por la muerte de mi madre…. ¿esa será la razón?...
No me permití llorar, no, no debo. Los chicos necesitan a alguien fuerte, alguien que les alumbre el camino y que no les deje que inyectar fuerza de voluntad. No importa lo que me suceda, quienes de verdad importan son ellos.
Cuando pensé en eso, mi corazón se contrajo, recordé a Michael y sentí como mis mejillas ardían.
Posé mi mano sobre mi pecho. Palpitaba con un enloquecido ritmo solo al recordar como me siento cuando vuela y me lleva consigo. El sólo pensar en que me protege.
-¿Nicolas Flamel?- dije intentando olvidar a Michael, era cierto, no se quien es… aunque en alguna de mis lecturas sobre Praga, recuerdo haberle leído
-El alquimista, si… aquel que encontró la piedra filosofal gracias a un sueño que tuvo con un ángel- dije, en el largo camino, pude divisar un enorme pino, que me invitaba a sentarme en su tronco, me senté entre la nieve, aferrada a mi viejo sweter, mientras veía varios copos de nieve caer.
-la piedra filosofal, también llamada ‘elixir rojo’ o ‘tintura de rojo’ es una especie de polvo rojizo o de igual manera líquido que se encuentra después de que varios materiales fuesen sometidos a complicados procesos químicos que puede transmutar cualquier material en oro. Se le atribuyen también propiedades curativas a cualquier enfermedad, y la vida eterna a quien la ingiera…- cuando viré mi vista, encontré a Michael nuevamente, ¿Qué era ahora un fantasma?.
-Evelyn… ¿crees en la piedra filosofal?-
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Gracias nuevamente, ¡Bienvenida a la nueva lectora!, sus comentarios me hacen muy felíz, espero que les guste este capítulo y puedan comentar. ¡Gracias a ustedes esta locura continúa!
Las quieroooo!!! Y bueno, ahora es que comienza lo bueno, comenzamos a entrar en la parte que 'me gusta' de esta historia XDDD
"El Único Obstáculo entre tu sueño y tú es: El Miedo a Fracasar"
3 Butterflies*:
pero claro que estaba en todo su derecho de enojarse evelyn, ella va toda preocupada y se encuentra con que las cosas no eran asi!! como para darles un jalon de oreja, lo bueno que michael la estaba acompañando, pero me dejas intrigada con esa plática con el doctor.. que sostuvo michael, es cierto todos actuan de manera extraña.. y lo de la piedra filosofal, mmm.. que le va a decir??
que emocion.. que sucedera???
espero saber que sigue..
saludos...
Hola!!
que hermoso regalo me dejaste..
de verdad me has levantado el animo, hoy
que necesitaba de este tipo de detalles, andaba un poco cabizbaja, pero gracias por sacarme una sonrisa y por tus comentarios que siempre los recibo con mucho placer..
de verdad gracias amiga
:-)
Que bien, ya actualizaste, que bueno para nosotras tus lectoras que lo puedas hacer.
me quede con tantas interrogantes en este capitulo, misterio y ¿porque lo abra llamado el maestro?
que relacion habra entre en alcalde de la ciudad y michael?
O.O
y como dice liz, que pasara con esa piedra filosofal tambien
amiga, ya quiero otro capitulo XD
sabre esperar,
y encantada de pasar por aqui.
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