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15 de octubre de 2010

Capítulo VIII

Alien... I Need U Love; Capítulo 8





Aquella noche terminó como cualquier otra que hubiese pasado con él. Llegué sumamente tarde a casa, por consecuente encontré a mis hermanos y a Jonathan dormido. Mentiría si dijese que todo aquello me no me había dejado marcada, sin embargo, aunque descubrí y destapé algo doloroso, el hacía que el dolor se fuese disipando, como si fuese algún líquido que se evaporaba rápidamente, como un alcohol en punto de ebullición. Pensé, mientras me recostaba en mi cama, sobre todo lo que había sucedido, me sentí culpable al recordar aquella horrible herida, y a su rostro perfecto manchado de dolor.


¡Nunca quería volver a ver aquello!




Una desesperación me invadió, me sentí al borde de un abismo, como en mi cuerpo se proyectaba acompañado con la sensación de frío aire en presión, la caída de mi alma triste y demacrada, cual gota de lluvia haciendo competencia con otra desde escurrirse al borde de un edificio, hasta llegar al frío pavimento, chocar… y desaparecer. Sin embargo, yo no era como la afortunada gota que desaparecía, no, yo permanecía cayendo y cayendo, no encontraba el final, y eso me llegaba a doler cada vez más.




Estaba entrando en una circunstancia, que aunque me intimidaba, me hacía sentirme mas viva. Michael hacía latir mi corazón como nunca antes había latido, y eso.. eso era lo que me comenzaba a intimidad.




¡¿Cómo lograba hacerme ceder a sí mismo?!. Me sentía como una muñequita que no tenía voluntad frente a él. Mi universo comenzaba a girar en torno a él


A la mañana siguiente, con bastante pereza me levanté. Preparé adormilada el desayuno, mientras olía el delicioso olor a café mañanero, pude sentir a Jonathan detrás de mí




-¿sucede algo?- interrogué sin voltearme, terminando de empacar toda la comida de mis hermanos


-llegas tarde, todo el día sin saber de ti o que había ocurrido… y lo único que dices es “¿Sucede algo?”- reprochó, no pude evitar soltar una carcajada después de oir lo que dijo


-jajajaja… ¡Y encima te burlas!- vire a verle, encontrándome con un rostro de preocupación


-no sucedió nada Josh… nada, estoy bien.- sonreí, intentando quitar esa enorme curiosidad, pero, cual agua cristalina que soy según el, leyó mi felicidad evidente. Eso lo noté al oírle nuevamente hablar


-estuviste con él- sonrió medianamente, y luego de tomar un poco de pan tostado, salió por la puerta de la cocina. Yo me quedé observando como se iba… como que: “estuviste con él”. Eso sonó a un reproche de matrimonio viejo. Iba a protestar, pero las risitas de mis hermanos escaleras abajo, como todas las mañanas, hicieron que en mi rostro se dibujara una enorme sonrisa.




Katty estaba ya lista, junto a Jouliane, llegaron a la cocina y al verme corrieron a abrazarme, justo como el dia en que llegué, solo que esta vez sonreían, no lloraban dolorosamente.




-¡Estas aquí!- gritó Katty, y se aferraba mas a mí




-si, chicas… ¿Cómo estuvo todo por aquí?- Jouliane se restableció y me miró fijamente




-todo bajo control- dijo y sonreí con ella, ya Peter estaba detrás de ella con el bolso de Katty




-¡Eve!- dijo, yo me acerqué a el y después de acariciar su cabello lo abracé.




Cogieron con suma velocidad su desayuno como siempre acostumbraban y luego de despedirse se fueron a estudiar. Una linda mañana comenzaba a pasar, el que no veía bajar era a Edward




-Ed… ¿estás allí?- dije desde el borde de las escaleras




-espera un segundo- parecía mal humorado, como siempre, no le tomé la mínima importancia. Bajó dando saltos las escaleras y fue por su almuerzo en la cocina.




-dejaré esto aquí- dijo, yo asentí medianamente




-¿la pasaste bien ayer?- me dijo al verme el rostro




-¿a que te refieres?- dije un tanto extrañada, preparada para alguna grosería de su parte, no es que el fuese un chico rebelde, pero a la hora de hacer bromas, eran demasiado pesadas




-nada, es que tus ojos brillan mucho…- dijo, se acercó me abrazó y luego partió




-¿Por qué no te fuiste con Josh?- grité mientras corria hacia la puerta, lo vi marcharse




-no quiero interrumpirlo- me dijo, levantó su mano y se fue. Pude observar como los demás niños iban todos hacia la escuela, y recordé al pobre niño de la plaza, de seguro no desayunaría hoy, como siempre.




Las injusticias cada vez son mayores, solo por mas dinero, niños que acaban de abrir los ojos ante la vida pagan lo que ellos nunca pagaran. Me sentí impotente, mientras aseaba la casa, divagaba en todo lo que me había pasado en la capital. Estudié, si… como desquiciada estudié. Pero jamás me detuve a ayudar, o siquiera observar a todos los niños que necesitaban de mí. No me detuve a cerrar un grifo de agua desperdiciándose, solo por que iba a llegar tarde a mi trabajo de medio turno, use el auto de mi tía, solo para ir a la otra esquina por pan. Y si siguiese contando jamás iba a terminar, soy como otro ser humano…




-te equivocas… no lo eres- aquellas palabras fueron como la salida de un agujero negro en que había caído al pensar en todo lo malo que había hecho. Una salida, un bote salvavidas entre una noche de tormenta.




Busqué con una velocidad que incluso a mi me impresionó al responsable de aquel armonioso y dulce sonido, y allí, parado detrás de mí, el estaba de píe. Mis ojos mostraban algo que nunca creí ver, llevaba unos blue jeans, con una franela blanca y una camisa blanca encima, su cabellera negra estaba atada a una coleta, que dejaba escapar hermosos risos que reposaban sobre su piel de cerámica.




Sus ojos negros, intensos…. Hermosos me miraban con determinación, sentí una pizca de algo que no sabría decir a ciencia cierta, solo sé, que parecía estar enojado por algo




-¿en que me equivoco?- dije, reaccionando.




-no eres un ser humano normal….- dijo y sonrió, haciendo mi corazón aunmentar su palpitar, otra vez.




-¿Qué quieres decir?-




-Te diste cuenta de que actuabas mal- dijo, aun sonriendo, y extendió su brazo, mostrándome una carpeta, la reconocí de inmediato.




-¡Mis fotos!- dije y la tomé de inmediato, oí sus divertidas risitas




-¿de que te burlas?- dije enojada, me miró con ojos de burla




-de usted… doña despistada- se acercó mas a mí, y puso detrás de mi oreja un mechon de mi cabello, parecía pensar en algo mientras hacía semejante acción. Yo estaba idiotizada, embobada con tanta belleza frente a mí. Me di cuenta de inmediato




¿me he enamorado de él?



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"El Único Obstáculo entre tu sueño y tú es: El Miedo a Fracasar"

2 Butterflies*:

liz dijo...

Wow!!
pero claro que esta enamorada
quien no estaria enamorada de
semejante belleza!!
me alegro que hayas podido
actualizar por fin..
ya se extrañaba tu novela.. tan llena
de accion, romance, aventura..
imaginarmelo asi como lo describes es hermoso!!
gracias!!
que estes muy bien..
y espero el siguiente

Anónimo dijo...

que tal? que emocion saber que ya subiste
nuevo capitulo, puedo sentir el sentimiento
de los protagonistas o escribes tan real, y estoy de acuerdo con liz de que por supuesto que esta enamorada.. yo ya lo estoy desde el primer capitulo..
aawww!!!
que bueno que te dejas ver de nuevo
eres grandiosa y espero mas capitulos tan increibles como los que escribes.

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