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1 de enero de 2011

Capítulo XXVII

Estamos cerca del final, y no se porque razón, pero siento que estoy desmejorando la novela. No estoy conforme con lo que he escrito últimamente. Siento que hace falta algo. De todos modos, aquí vamos, el siguiente, hasta donde tengo previsto, será el capítulo Final, luego vendría el epiologo. Espero les guste :)


Ven y mata el sueño malo que se fue

Alien ama
Ven y despiertame desde la muerte
Alien ama
Necesito tu amor
...Necesito tu amor...


Alien... I Need U Love; Capítulo 27

El sonido repetitivo y latoso del auto era el único acompañante de mis pensamientos pasa esos instantes. 
Desde que Michael decidió que era hora de partir subimos al auto y sumida en pensamientos comencé el camino para terminar este asunto junto a él. Pese a que el también guardaba silencio, preferí solo acompañarlo en el asiento del copiloto mirando hacia el cielo grisáceo que cubría los traviesos rayos del astro rey.

Estaba por fin encajando todas las verdades en cada trocito del rompecabezas, entendía cosas tales como: los cambios inminentes que podía llegar a tener Vladimir, y no en cuanto a su cambio de humor, ya que su “verdadero rostro” se basaba en aquel ser horripilante de piel azulada que nos atacó hace tiempo. Siempre estuvo a mi acecho, por ello Michael se acercaba tanto a mi familia, y tomaba como culpa la desaparición física de mi madre. Comprendí que no era su culpa, quizás era algo que debía suceder, ya que la única manera de que regresara era esa. Sentí entonces un inmenso miedo, cada vez que me hacía consciente de que el auto viajaba más de tres metros lejos de los chicos, sentía que los centímetros hacia mi fin estaban terminándose.

Yo era un reloj de arena que marcaba morbosamente un final, solo porque a Vladimir le apeteció se las ingenió para hacer algo en mí. Estábamos literalmente conectados de una u otra forma, haciendo imposible siquiera imaginar hacerle daño o desaparecerlo de la faz de la tierra. Si Vladimir moría, yo lo hacía. Maldije entre dientes cuando recordé eso, completamente enfurecida… se suponía que alguna vez supe alquimia, ¿Por qué solo sueño con una piedra rojiza que supuestamente da la vida eterna, en vez de saber qué hacer en estos instantes?. Sentía que todo iba en cámara lenta, que cada uno de los segundos se marcaban en recuerdos que se esfumarían cuando partiese a quien sabe dónde, lejos de Michael.

Sentí entonces que Michael acariciaba mi mejilla sutilmente, enredando sus dedos entre los mechones despeinados de mi cabello. Giré levemente mi mirada para poder divisar su perfil, estaba atento al frente, maniobrando el volante con su mano sobrante. Sonreí, el estaba conmigo, quizás nada malo iba a suceder. Sin más ni más, como si pudiese detectar mis sonrisas, hizo lo mismo, apartando un poco la tensión que se generaba en la atmosfera.

Dispersó por unos segundos todos mis pensamientos. Lograba hacer desaparecer cualquier rastro de penas y lagrimas solo con sonreír.

-¿A dónde vamos?- cuestioné una de mis enormes interrogantes en un murmullo, suspiró antes de responder

-necesito tenerte lejos de él, quiero razonar antes de actuar…. No puedo cometer ningún error- su voz era seria, escondía un enorme mal humor a decir verdad. Me sentía mal por todo lo que sucedía, de una u otra forma, me sentía culpable

-y… después… ¿Qué sucederá?- dije con mi mirada fija en mis pies, observaba las sandalias que Janet me había prestado, eran de color champagne, muy sencillas, pero igualmente lindas. No me importaban las mismas, solo intentaba ocultar mis ojos vidriosos por el temor y la culpa

-todo va a estar bien, ya sabremos que hacer- dijo, yo solo asentí levemente –Evelyn, mírame-  pidió, yo dubitativa solo volví a asentir. Alcé entonces mi cabeza para mirarlo a el rostro, me miró y sonrió –Te amo- dijo sonriendo, mi corazón se aceleró, sentí que había manera de remediar lo que parecía ser el fin.

Aquella pequeña oración era todo lo que debía o necesitaba oír. Era como la medicina o antídoto a una especie de veneno que parecía esparcirse en mi cuerpo. Me restablecí, enderezando mi espalda, volviéndome a recostar del asiento. De pronto sentí una punzada en mi mejilla, no pude evitar gemir de dolor, y llevarme mi mano hacia la misma. Sentí que Michael detuvo el auto de pronto

-¿Sucede algo?- dijo acercándose a mi

-no, no, nada, vuelve al volante- dije tratando de mirarlo, pero no lo logré, volví a sentir aquel extraño ardor en mi mejilla, como mil navajas calientes cortándome la piel. Se acercó a mí haciendo caso omiso a mis “ordenes”, tomando mi rostro en mis manos. Sopló mi herida, pude sentir sobre la misma su tibia respiración. Me di cuenta que estaba temblando, y como él me apegaba a su cuerpo y me abrazaba, siseando en mi oído. Me mecía en sus brazos, intentando parar aquello que de pronto se venía sobre mí, sentía ganas de llorar, pero él no lo permitía, era el miro que detenía las lagrimas.

-todo va a estar bien, necesito que seas fuerte.- me decía al oído, asentí por un largo tiempo, hasta que por fin sentí que podía restablecerme dejando de temblar. Intente hacerlo, pero Michael siguió abrazándome, -puede que sea mejor idea que intentes evitar dormirte, volverán nuevamente esas “alucinaciones”, y es peligroso.- me dijo con tono serio, le respondí afirmativamente y me soltó dejándome recostada del volante del copiloto nuevamente.

- lo siento- dije llevándome mis manos hacia mi mejilla

-no te disculpes, esto no es tu culpa… me enojaré si sigues creyendo eso-

Arrancó nuevamente el auto. En unos minutos nos habíamos detenido en un local de comida rápida de esos que están en medio de la carretera. Sentí entonces que era una mala idea, sin embargo preferí seguirlo hasta el fondo del lugar. Había infinidades de tipos de pizza, allí Ed y Katty serían felices de verdad, los recordé sonriendo medianamente, mientras buscaba un lugar para sentarme ya que Michael fue por algo para comer. 

Llegué a uno de los lugares cerca de la entrada, justo al lado del vidrio de la ventana, me senté observando el auto negro de Michael, para luego soltar un suspiro y oír la voz de una mujer en la mesa de al lado

-pareces distraída- giré mi vista, ya que creí que me hablaba a mí, hice una mueca haciéndole esa pregunta, ella asintió levemente

-algo… a veces las cosas no son como las queríamos- le respondí, ella parecía estar de acuerdo, y estar esperando  alguien también.

-¿sabes?, aunque eso parezca al principio, todo pasa por algo, quizás después de todo algo bueno sucederá… todo va a estar bien- dijo, con voz comprensiva

-eso me lo he repetido no sé cuantas veces, espero sea cierto- respondí

Ella guardó silencio, y al parecer recibió una llamada. Yo volví mi vista hacia la ventana observando el auto, divisé como me acercaban una gaseosa cuando vire mi vista Michael se estaba sentando al frente de mi.

-espero que la señorita esta vez tenga hambre- me dijo con tono burlón, alcé una ceja viéndolo acercarme varios trozos de pizza

-¿Por qué la obsesión con los alimentos?- me quejé abriendo la lata con la gaseosa de naranja que me había dado, solo se encogió en hombros y comió un trozo de pizza. Sabía que trataba de inyectarme tranquilidad, ya que esa era la mejor manera de pensar todo bien. Luego de comer un buen rato y ver que no me apetecía nada, dejo de un lado la pizza y me miró fijamente mientras tomaba un sorbo de gaseosa

-si no comes, olvida que te besaré otra vez, porque no lo haré- dijo torciendo los ojos y recostándose de su silla. Inflé una mejilla totalmente ofendida

-¿Por qué la injusticia?- dije con tono de enojo, solo comenzó a reír

-ya lo dije, no voy a dar mi brazo a torcer-

Lo miré con enojo no se cuanto tiempo, parecía estar retándome, contando los segundos que aguantaría sin tener autorizado rosar mis labios con los suyos. Parecía adivinar lo que producía esa prohibición en mí. Traté de ordenar mis ideas, no era tiempo para juegos, pero luego de probar esos endemoniantes labios… ¿en que mas podía pensar?. Debía enseñarle que también era una gran luchadora, y que aquello podría ser pan comido para mí. Volví a tomar otro poco de la gaseosa y me recosté también, mirándolo fijamente. Sin embargo, jamás se movió, allí estaba, desafiándome con su mirada de burla.

-¿Qué tanto miras?- dije de mala gana, soltó una enorme carcajada

-espero que comas- se apoyó de la mesa acercándose a mi –porque aun sigue en pié la advertencia-

-pues verás- imité sus movimientos, quedando a escasos centímetros de su rostro –me da igual tu advertencia-

-¿segura?- preguntó, asentí decidida. Se mordió el labio inferior lentamente cuando vió mi respuesta, y se acercó más a mi rostro, mientras yo estática pensaba bien las cosas. No debía darle el gusto de verme perder, pero tampoco podía negar que si no fuese porque estábamos en un lugar público, pude haberle brincado encima sin más ni más.

-Michael… deja los juegos- le dije en un murmullo, soltó una risita para luego soltar un pesado y lento suspiro que me hizo delirar. Pude sentir su aroma fuertemente, estaba haciéndome trizas de verdad.

-haz lo que te digo entonces y habrá recompensa- se alejó de mi lentamente mirándome fijamente, esperando que tomase un trozo de pizza por fin.

Mire los trozos de la misma, y completamente enojada tomé uno llevándomelo a la boca. Esa iba a ser una de las continuas guerras que llevaría con él sin duda alguna, siempre con la menor tontería lograba hacerme comer siquiera un pequeño bocado. Comí unos tres trozos y luego de limpiarme con la servilleta, me recosté de mala gana de el asiento.

-bien hecho preciosa- me dijo sonriendo victorioso, viré mi vista cruzándome de brazos. Dejó todo el desastre de la mesa sobre la bandeja y sigilosamente se acercó a mi, sentándose a mi lado, posando su brazo en mis hombros –creo que ya es hora de irnos- me dijo al oído. Giré hacia el y me besó de inmediato... ¿Ese era el premio?. Suspiré resignada, contagiándome con sus risas, si que me hacía actuar como una niñita.

-te amo, tonta- me dijo, allí, cerca de mí, en un susurro

-y yo a ti mas, tonto- le respondí sonriendo

¿Y ahora qué?, quizás esta forma de huir de los problemas sería un perfecto “Y vivieron felices para siempre”, pero, hasta en el cuento de hadas más perfecto, hay un malévolo villano acechándote. Por lo menos a mí, me recuerda que soy una con el tiempo que se agotaba con el pasar de los segundos, y aunque Michael estuviese allí abrazándome, no me aseguraba un mañana con vida u oxígeno.

Michael  tomó mi cintura, y discretamente besó mi cuello, luego me soltó restableciéndose, estirando sus largos brazos y suspirando. Ya era hora de partir, fui a el baño mientras él iba a pagar la cuenta. Entre al mismo, con una curiosidad inmensa, debía verme al espejo, y no precisamente por lo que están pensando. 

Cuando llegué al mismo, divisé mi mejilla, apartándome varios mechones de cabello que reposaban sobre la misma. Miré con impresión la extraña marca que se abría paso por la misma, de color oscura, y en forma de mariposa. Reí con nerviosismo, ¿Qué estaba viviendo una película de horror?. Abrí con desesperación el grifo del agua, humedeciendo mis manos, para luego llevarme las mismas a mi mejilla, intentando quitar lo que sea que la manchaba. Lo intenté varias veces, frotando lo más fuerte que pude. No hubo resultado alguno.
Cerré el grifo, cabiz baja, frente al espejo, apoyándome con mis manos del enorme lavamanos de cerámica blanca que estaba frente a mí. Estaba segura que allí era en donde había supuestamente tenido una herida que se abrió en el auto, pero miren, solo es una mancha que parece ser inofensiva. Levanté mi mirada otra vez, Michael me estaba esperando, debía llegar pronto, pero cuando divisé bien el espejo pude ver por un par de segundos a Vladimir detrás de mí.

Me giré de inmediato, casi pierdo el equilibro por los temblores producidos por el temor. No había nadie, sólo volvían las malditas punzadas a mi mejilla. Salí del baño con mis manos sobre la misma, pasando a través del pasillo llegando directamente a el local en sí. Había mucha gente, lo que me dificultó distinguir rápidamente a Michael.

Familias enteras sentadas en las mesas que se abrían paso frente a mis ojos, todos sonriendo y hablando a la vez, miré entre varias mesas como si de alguna u otra forma lo fuese a encontrar, hasta que di con él, pero a la vez con alguien que no hubiese querido siquiera encontrar. Michael estaba del otro lado del lugar, y frente a él, más cerca de mi por consecuente, se encontraba Vladimir sentado en una de las mesas, sonriéndome maliciosamente.

Levé mi vista a la de Michael, con los ojos más abiertos de lo normal, Michael me devolvió la expresión. Yo estaba a metros de el, con nuestro muro interfiriendo literalmente.

Todo pasó muy rápido, se que antes de ver como se acercaba a Michael, grité su nombre con todas las fuerzas que mi cuerpo me pudo dar. 




"El Único Obstáculo entre tu sueño y tú es: El Miedo a Fracasar"  

4 Butterflies*:

T. Mapplethorpe. dijo...

Aaaaah eres tan mala!! no le puedes dejar ahi!!aaash! todo iba taaan bien, ame eso de los juegos por comer porque si no, no habia besos xDD aww Michael me mata x_x tan tierno el :3 pero no! no! no! no podia ser tan tierno todo porque el desgraciado de Vladimir aparecio >_<'aaah lo matare D: no ._. porque si muere el, muere Eve AAAAAAHHHHH que horror!! D: T_T en serio este es el cap final? x_x no qiero q termine x_x osea q el epilogo y ya termina?? :( T___T aaaaah no es justo :( deberias de escribir otra parte :D jaja bueno no ._. XD Buen cap (aunqe sea uno de los ultimos T__T) Peace Out

SandyJackson dijo...

Que onda porque tiene que siempre aver algo malo si todo marcha bien bueno masomenos maldito vladimir me cae mal y eso que esta unido a evelyn que si el muere ella tambien que malo T-T.
tienes que subir capitulo nuevo pronto

FELIZ 2011

+T.K.M.+

Gipsy dijo...

ay no!! -.-
maldito Vladimir! u.u
todo iva tan lindo
ame la parte de q si no comia, no recibiria besos xD
Mike es tan tierno, tan lindo, tan perfecto! aww lo amo♥
ahora q quiere ese vladimir? buuu no se lo puede ni matar, xq tambien se muere Eve ._.
q dilema! jeje

cerca del final u.u
pero yo no quiero q acabe :/
solo quiero q Vladimir sufra! :@ jejee

Espero q la puedas seguir pronto
Saludos :D

liz dijo...

Pero como dices eso??? no estas desmejorando nada!! la narración, los acontecimientos, me tienes sin uñas y pegada a la pantalla de mi lap, casi me meto para quitar a Vladimir de ahi!!!
pero mujer, que capitulo!!! me dejas querieno saber que va a pasar..
pero antes quiero comentar, que modo de hacer que coma O.O yo me como todo por un beso..
y esa mariposa en su mejilla que desesperacion..
que me muerooooo!!!!!!
arrgghhhh!!!!!!!!!!!!! ese vladimir hay que sacarlo de allí.. si pudiera hablaba a la policia a CSI, al 911.. no no, no puede ser.. que no haya mas impedimentos para ellos.. que suplicio!!! aayyyy!!! que me quedo sin dedos de morderlos..
te quierooo!!!!!!!!!
espero el que sigue.. lo que sigue.. y me apena mucho que termine.. pero me da gusto que no nos dejas sinnada, hay otra novela tuya con tu maravillosa narracion..

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