Hola chicas!, me disculpo de antemano, este capi no salió como lo quería, pero bueno, alguien por ahí quiere leer YA mismo.... Otra cosilla, este es uno de los capis finales. después de este sólo nos quedan dos. Así que en los siguientes me esforzaré un poco más. Gracias por todo!, gracias por leerme, las quiero mucho... En el siguiente capi, habrán cosas mas claras :)
Alien... I Need U Love; Capítulo 26
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Sentía que pronto saldría dando saltitos como alguna de las princesas de Disney. ¿Cuál era la razón?, una muy sencilla: estaba feliz, era el día más feliz de mi vida. Me dí una ducha, y con una bata que encontré en el baño, salí a husmear en las gavetas que Michael me había señalado, había vestidos ligeros de todos los colores que podemos imaginar, además de distintas prendas de ropa. Quedé completamente perpleja, ¿Cómo es que tanta ropa cabía en tan poco espacio?.
Tomé uno de los vestidos de color durazno, no era ni tan corto ni tan largo, de mangas sutiles y abiertas, que me daban un toque un poco más juvenil. Dejé mi cabello suelto, y me vi en uno de los espejos de la habitación. Me sentí demasiado extraña, jamás en mi vida me había visto en un espejo con esperanzas de verme bien. Sin embargo, me sentí especial, Michael me hacía sentir especial…. Aunque fuese una ilusión, me hacía sentir; bonita.
Con todas mis ilusiones y sensaciones apiladas marcando una sonrisa en mis labios, salí de la habitación, mirando hacia mis lados mientras cerraba la puerta detrás de mí, quizás encontraría a alguien conocido, pero todo estaba silencioso, quizás ya estaban abajo. Suspiré comenzando a caminar, me percaté entonces que no llevaba zapatos, ¡Cielos!, la verdad no se que estaba pensando. Me detuve aun a mitad del pasillo mirando mis pies descalzos, tratando de ingeniar un plan, algo que fue imposible si resalto que perdí en suelo literalmente, alcé mi vista cuando sentí los fuertes brazos de Michael levantarme del suelo. Me trasladó hasta una de las mesitas de adorno que estaba justo a un lado de la entrada de mi habitación, sentándome allí, acercándose a mi rostro
-¿Qué estás haciendo?- me quejé entre risas, me sentí un poco alta al verlo allí, tomando mis manos, a mis pies
-admirarte detenidamente- dijo mirándome con ternura –uh, y dándome cuenta que no compré zapatos… aguantar a Janet no fue suficiente después de todo, acabé olvidando algo de todos modos.- reímos de manera divertida por un tiempo, hasta que me besó y apegó a su cuerpo, volviéndome a cargar
-heeey, puedo caminar yo sola- ya era demasiado tarde, íbamos escaleras abajo, cuando llegamos a la sala de estar me dejó sobre el sofá. Advertí que todos estaban allí
-vaya, vaya…. Pero que ternura- oí decir de Janet, que se sentó a mi lado en el sofá, me sonroje de inmediato, Michael también lo hizo, solo tosió mostrándose ofendido
-creo que los juegos ya terminaron- dijo, Janet rió un poco
-a decir verdad… si… ¿no es así Jonathan?- giré mi vista a la vez que Janet lo hiso, justo a nuestro frente, el se encontraba frente a nosotros con lo que parecía ser una carta o algo parecido en sus manos, alzó su mirada dejándome un poco preocupada por su expresión
-esto es serio Michael- dijo extendiéndole el trozo de papel a él que lo recibió inmediatamente -llegó esta mañana, la envió con un niño, a el que interrogamos pero … estaba aterrorizado, tuvimos que hablar mucho con él para tratar de tranquilizarlo- seguía relatando Josh, a juzgar por su forma de hablar y la tención que había en el ambiente, diría que hablaban de Vladimir
-es un bastardo, creo que…- Michael no dejó terminar a Janet, maldijo entre dientes, fuertemente. Se le veía verdaderamente furioso, giré mi vista hacia el preocupado
-s-sucede… ¿sucede algo?- dije nerviosa, temiendo lo peor. Diría que no me sorprendió bastante el toparme con la sospecha de una mala noticia. Desde que estuve cerca de Michael otra vez, algo me decía que no todo iba a ser simple, no íbamos a tener un “felices para siempre”. El no me respondió, continuó leyendo el maldito trozo de papel mostrándose cada vez mas enojado. Traté de alcanzar su mano, sin embargo me esquivó, caminó en frente de mí y se agachó, mirándome fijamente a los ojos
-¿no vas a mostrarme que es lo que lees?- pregunté, confundida
-dime Evelyn…. ¿Qué demonios fue lo que te hizo ese bastardo luego de la fiesta?-
¿Cómo describiría el rostro de Michael para esos instantes?, es algo difícil, bastante. Su mirada irradiaba furia, sin embargo está impregnada de impotencia, de confusión, una como la mía. ¿Qué ganaría el con todo esto?, ¿Por qué gente inocente lo paga?, el se encarga de terminar con nuestra ciudad, con la felicidad de los niños de el lugar solo por diversión. Se encarga de ser una piedra en nuestros zapatos sólo por un maldito “no” hace más de 600 años. Sé que él también se hacía muchas de las preguntas que me hacía yo en esos instantes. En cuanto a la respuesta que me pedía, hacía un buen rato que intentaba olvidar aquellos horrorosos momentos en los que sentí que mi vida no servía en lo absoluto. Suspiré, pensando en las palabras correctas para responder, como estaban las cosas, no sabría la reacción de ningunos frente a mí.
-me llevó a rastras… luego… -recordé la enorme bofetada que me propinó cuando le grité imbécil, endurecí mi rostro, -a-alguien le llamó y…. – no encontraba palabras –Michael, había... mucho frío, y vi cosas… muchas cosas…- sin darme cuenta mi voz se quebraba, no sabía cómo decirlo, como describirlo. El tomó mis manos fuertemente
-Tranquila, sólo quiero saber si…. ¿te dio algo?... ingeriste algo…. O no se- dijo hablándome comprensivamente, aun sujetando mis manos, intentando inyectarme seguridad. Lo pensé por unos minutos, nada se venía a mi mente. Hasta aquel ‘incidente’ cuando Janet desapareció
-aamm…- dije recordando –un… un jugo de durazno, mientras conversaba conmigo ordenó que una de las criadas me diese uno… estaba extraño, en el último trago sentí algo amargo…-
Eso bastó para que todos los que estaban a mí alrededor ataran sus cabos sueltos. Eso lo entendí por el silencio de Janet, Josh y en especial de Michael, que apartó su mirada de la mía. Solo permaneció así por unos segundos, en los que volvió a mirarme fijamente
-maldito bastardo- dijo
-sólo protege sus espaldas- dijo Janet levantándose de su sofá
-¿espaldas?- cuestioné
-se ha encargado lentamente de encontrar la manera de que estén unidos…. Me refiero a…- me comenzaba a responder Janet
-si muere el tu mueres, y viceversa- dijo Jonathan levantándose de su asiento –no sé por qué rayos le das tantas vueltas a el asunto, Vladimir es un maldito bastardo… ¡Punto!- Un silencio nos invadió nuevamente, uno que no se extinguió siquiera con las palabras de Janet al decirme que buscaría unos zapatos para mí o Josh afirmando que llevaría a los niños a buscar la comida. Quedé estática. No sabía si estaba impresionada o asustada. Un cumulo de anhelos, personas, pensamientos y mas se venían en sobre mí, pasando frente a mis ojos con el plan de aturdirme. Las manos de Michael aferradas contra las mías eran lo único que me mantenían consiente para esos instantes.
Reflexioné, analizando nuevamente las palabras de Josh. Oh dios, todo esto era algo que ya se veía venir.
Toda esta carrosa de “mala suerte” por llamarla de alguna manera. El mismo Vladimir lo dijo… “estaba prohibido”. Suspiré luego de tomar una decisión, la que creí era la más justa,
Michael aun se encontraba en cuclillas frente a mí.
-¿sabes?, a todo esto…- dije, creo que tomé una decisión demasiado pronto –quizás lo más prudente sea que, me entregue… o que-
No terminé mi idea, ya que Michael me volvió a mirar fijamente a los ojos. Atravesándome con su mirada, entonces sentí una punzada en mi pecho. Dolía, me dolía en corazón.
-¿entregarte?... ¿de qué hablas?- dijo tomando con más fuerza mis manos -¿y anoche que?, ¿todo era mentira?... No Evelyn… no puedes decirme eso- se abrazó a mi cintura –aunque tenga que ir al infierno….
Te reclamaría ante el mismísimo demonio si es necesario… pero a nadie, absolutamente nadie voy a entregarte- se aferró mas a mí. Yo solo quedé cabiz baja, con temblores de temor en mis extremidades, sin saber qué hacer. Enredé mis dedos en sus suaves risos, sintiendo su protección y fidelidad. Se sentía cálido, cada que me tomaba con firmeza sentía que todo iba a estar bien, que nada sucedería, aunque quizás estaba a unas cuantas horas de morir, si estaba junto a él nada importaba.
-algo se me ocurrirá… ya prometí que jamás te dejaría sola- se alejó un poco de mí buscando mis ojos –además, es algo que no creo posible- sonrió.
Sentí entonces que existía una esperanza. De que quizás podríamos huir de todo lo que los demás decidían por nosotros, la mirada de Michael me lo decía todo, me decía que me amaba, que me protegería, que con su ayuda lograríamos cambiar el curso del maldito destino preestablecido por los demás. Se levantó, aun tomándome de las manos, haciendo que me levantase también.
-sólo necesito que…- dejo de hablar alzando una ceja, viéndome con preocupación de pronto
-¿qué?... ¿Qué sucede?- le dije sin entender -¿Qué necesitas?-
Apartó lentamente un mechón de mi cabello, y deslizó su dedo en mi mejilla. Mirándome detenidamente, luego apartó el mismo y rosó su dedo índice con el pulgar, noté que estaba manchado de algo… ¿proveniente de mi mejilla?
-se acaba el tiempo- dijo –esas malditas mariposas tenían algo más que polvo maldito-
"El Único Obstáculo entre tu sueño y tú es: El Miedo a Fracasar"